jueves, 9 de diciembre de 2010

No cambies nada (5)

La relación entre Viaggio in Italia (Rossellini, 1954) y Copia certificada (Kiarostami, 2010), me recuerda a un poema de un tal Frank Shaughnessy, autor del que sólo circulan por la red tres o cuatro poemas y alguna teoría sobre su verdadera identidad. Al menos dos de sus poemas retoman estructuras de Baudelaire y las utilizan desde el presente. Copias certificadas: me interesa una de ellas, basada sutilmente (quizás incluso inconscientemente) en el que es el poema más famoso de Baudelaire, que traduzco:

SPLEEN

Soy como el rey de un país lluvioso,
rico, pero impotente, tan joven y tan viejo,
que, despreciando el consejo de sus hombres,
se aburre de sus perros y de las demás bestias.
Nada le da consuelo, ni su halcón, ni la caza,
ni su pueblo muriendo debajo del balcón.
La balada grotesca del bufón favorito
no saca una sonrisa de este cruel desgraciado;
la cama con los signos de nobleza es su tumba,
y las mujeres, que a cualquier príncipe alegran,
ya no saben por dónde recortar sus vestidos
para sacar sonrisas de este esqueleto joven.
El sabio que hace oro con sus manos, no sabe
extirpar de su cuerpo el germen que lo arrasa.
Y en los baños de sangre que aprendimos de Roma
y que –dicen los viejos- curan cualquier achaque,
este sabio no puede calentar el cadáver
que tiene en vez de sangre agua verde y olvido.

El poema de Shaughnessy es mágico porque retoma lo que de extremada conciencia de los límites de la voz poética tiene Spleen, pero lo valora en nuestro tiempo hasta que parece desprenderse de la influencia. No hay una cita a Baudelaire, no hay una evidencia clara de su paridad. Se queda con la forma del poema, una forma revolucionaria porque trata un estado de ánimo individual citándose sólo una vez. Soy como el rey... es la única referencia que aparece a la voz poética. El lector, indudablemente, recrea en su cabeza la imagen del rey, y no el estado de ánimo del autor. En el caso de Shaughnessy, una historia de amor queda reducida a una imagen potentísima, que es la que cobra importancia desde el primer verso. ¿Podemos hablar de copia? La estructura es la misma, pero hay un cambio brutal que tiene que ver con los tiempos. En este caso, original y copia son los mismos. Éste es el poema de Shaughnessy, que traduce Ezequiel Zaidenwerg:
.
SUPERGRUPOS

La historia de lo nuestro me recuerda a esas bandas
de estrellas que se juntan para grabar un disco.
Les dicen “supergrupos”. Como Traveling Wilburys
(Roy Orbison, Bob Dylan, George Harrison, Tom Petty
y Jeff Lynne), que hacia fines de los años ochenta
grabaron en diez días el único LP
en que participaron todos sus integrantes.
Fue en el ’88, para ser más precisos.
Pocos meses más tarde muere Orbison. La prensa
especuló, a su muerte, con la posible entrada
de Del Shannon al grupo. Su suicidio, que tuvo
lugar en el ’90, impidió que el cantante
se sumara al proyecto. Ese año la banda
lanza un segundo disco: casi todos los temas
eran obra de Dylan; las críticas no fueron
demasiado entusiastas. La década siguiente
los discos de los Wilburys salieron de catálogo.
La muerte de George Harrison, que ocurrió en 2001,
dejó por siempre trunco un posible regreso.

1 comentario:

  1. Yo también pienso que el spleen, e incluso la acedia, pueden curarse con una dieta blanda, y con la lectura, la risa y la compañía de muchachas sencillas (que no simples)
    Ci vediamo presto, nipote.
    http://www.herreros.com.ar/melanco/huxley.htm

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¿cuánto has tenido que andar hasta aquí?